Último paradero, esquina baja

Esta era la última visita de Shaggy a la ciudad de los unicornios de paso. Luego de ingerir un poco de alfalfa, lo encerraron en un cuarto dentro de un palacete construido por la Martina, un tipo de humanoide dedicado a cumplir encargos de personas con manga larga. Martina había construido este palacete junto a un basural que apestaba a una mezcla de huevo podrido y pezuña.  El lugar fue construido para sostener reuniones periódicas con la legión de zánganos que solía acompañarlo y a la que solía sodomizar en caso le provocara sin solicitar ningún permiso de trabajo seguro.

En este palacete y alrededores sucedían muchas cosas. Hace no mucho, llegó un mago que se encontraba exiliado lidiando con gente de cultura prácticamente cavernícola tratando de enseñarles geometría descriptiva. Al ver que no progresaba, su patriarca decidió regresarlo para que siguiera su camino de aprendizaje siendo el mayordomo del palacete. Asimismo, había una persona encargada de asegurarse de los servicios, Porky. Para proveer iluminación compraba velas de parafina mezclada con aserrín que permitían mayor duración. Asimismo, se encargaba de pasar por cada cuarto y recoger los residuos pseudo-fecales de los humanoides que habitaban el lugar. Esta persona, además de los oficios antes descritos, era un astrólogo de larga trayectoria y perteneciente a la logia. Llevaba un anillo de oro con la escuadra y el compás dibujados en ella, por su puesto con residuos medio marronezcos en las hendiduras. Tenía mirada débil y apariencia élfica, lo cual camuflaba su sabiduría.

Por otro lado, también vivía un cegatón con ciertos tics compulsivos en la boca producto de un adormecimiento constante. Tenía la costumbre de morderse el labio para sentirlo entonces las personas generalmente se alejaban porque pensaban que era muy atrevido con ellas, cuando el pobre Patroclo ni siquiera podía distinguirlas. Era muy emotivo y la sangre se le subía muy rápido a la cara. La gente lo evitaba cuando lo veía rojo porque sabía que podría explotar con ellos. Un amigo suyo le explicó la situación y Patroclo decidió usar polvos blancos en la cara para camuflar su emotividad. El efecto fue peor porque la gente empezó a pensar que era adicto a estupefacientes desinhibitorios gracias a los residuos que habitaban en su barba oscura, muy cerca a las comisuras.

Shaggy tuvo la oportunidad de decir adiós a todos estos personajes incluyendo a los zánganos. Vio danzar a los unicornios alrededor de un cetro de poder, del cual salía humo blanco después de haber hervido carne de gato. Era muy consciente de las características de cada uno y a pesar de ser tan peculiares, en el fondo sabía que iba a extrañar a todos.

Ese día Porky preparó una balsa con elementos reciclados para regresar a Shaggy a su pocilga navegando por el alcantarillado como ratas sofisticadas. El camino fue extenso, pero las cartas astrales también, así que surcaron las aguas negras compartiendo conocimiento y sabiduría.

Shaggy había llegado con la guardia un poco en alto por el ambiente tenso que se solía vivir en el palacete, pero finalmente se pasó el día reflexionando en que no tenía sentido y se sacó todos los escudos. Se pasó escuchando esta canción todo el día, lo cual fue el principal catalizador del cambio ..

Reflexión sobe la belleza

Alguna vez en su perra vida, como lo había traducido del inglés el futuro presidente de un pueblo de latitud sur, Apolinario fue invitado a una wichidiscoteca por su amigo Lampidrio. Este último se encontraba muy emocionado por el evento debido a que era la inauguración de este lugar y le pidió a su amigo Apolinario llegar temprano para acceder usando los tickets mágicos que le regaló la dueña de la discoteca a Lampidrio. Apolinario, también conocido como "el chalaco", ya había conocido a Hazmin, una chica cuya belleza era única. Ella era una chica libre proveniente del espacio sideral, quien había venido al pueblo para conocer y quedarse por un tiempo sin plan determinado.

Justo en la noche de la inauguración Hazmin le envía un mensaje a Apolinario pidiéndole verlo esa noche. En el momento en el que "Apo"leyó el pedido, se emocionó y tuvo ganas de invitarla al evento. Apo no le mencionó nada del evento a Haz pero fue a su iglú a buscarla. Ella abrió la puerta y estaba con el pelo suelo y con una mirada totalmente conquistadora, digna de una sirena en luna llena. Apo entró y el espacio estaba lleno de símbolos de filosofía oriental y de platos de chifa sin comer. Así, Haz ofreció a Apo tomar algo y sentarse en la sala. Luego, ella se disponía a invitarle a Apo un trago, mientras él se había quedado totalmente en silencio apreciando la belleza de Haz. Cuando ella le preguntó si quería tomar un vino, él recordó el evento al que había prometido ir a su amigo "Lampi". Es así que, gracias a su elevada arte en la manipulación, empezó a llegar progresivamente al tema de las fiestas y discoteca hasta que finalmente le contó a Haz sobre el evento al que había sido invitado. En ese instante eran las 11.11 de la noche y el lugar estaba a más de una hora de distancia. A pesar de ello, Apo convenció a Haz de ir al evento y ella pidió un momento para vestirse de acuerdo a la ocasión.

Después de unos minutos, salió vestida de blanco con un vestido que solo se ve en sueños. Para Apo era un placer tan solo verla y que ella también lo viera. Se podían pasar minutos y horas tan solo mirándose y era como si solo hubieran pasado unos segundos. Ambos subieron al carro de llantas cuadradas y se dirigieron hacia la rumba. En pleno camino, mientas Apo se dedicaba a empujar el carro y a que las llantas cuadradas den vuelta, Haz preguntó a Apo si le molestaba fumar un tipo de psicoactivo derivado del cannabis. Apo se sorprendió porque asociaba esta especie de psicotrópico a cuerpos no tan bellos, sin embargo le permitió fumar en su carro. Mientras todo esto sucedía, sonaba esta canción:



Llegaron al evento y entraron con cierto esfuerzo por la hora. Luego de diez minutos, que parecieron horas, ambos salieron del local. Se habían encontrado con Lampi y otros conocidos, pero el lugar estaba muy saturado de olor a axila y de gente ebria no solo de alcohol. No había espacio para moverse ni menos para bailar. Además, los amigos de Apo miraban a Haz con mucho deseo. Apo vió a Haz en un momento y percibió que se había mareado en tanto movimiento. Ella le pidió por favor salir y regresar porque no se sentía bien ahí. Apo se disculpó y ambos salieron rumbo al carro cuyas llantas se habían tornado hexagonales de tanto andar.

En plena caminata al carro, ambos disfrutaban del aire y se quedaron un momento sin conversar. De pronto vino la pregunta que cambió el destino de ambos. Haz mostró su dulce voz y preguntó: "Do you inhale coke?". Apo no podía creer que Haz le hubiera preguntado eso, así que respondió inmediatamente: "No, why, do you?". Ella respondió: "yes, sometimes". Él le preguntó: "Will you do it here?". Ella respondió: "No, I left my coke at home".. De regreso escucharon todo el camino esta canción, repitiéndola sin parar, obsesionados con ella:



Apo manejó hasta su casa acompañado de Haz, una belleza divina con adicciones fatales. Le ofreció un vino argentino y ella aceptó. Luego de terminar la botella entre los dos ella se lanzó hacia el cuerpo de Apo y llegaron hasta el cielo. Hubo una reacción química increíble, pero que ambos sabían que no era duradera. Cuando amaneció, Haz decidió ir a su casa y Apo la dejó ir sabiendo que nunca más la buscaría.

Esta historia permite reflexionar sobre la belleza corporal. No lo es todo. Debe haber un balance. Esto NO significa que a priori debas fijarte en personas no tan agraciadas, porque probé y tampoco funciona... Ahora regreso a mi status quo.. la belleza física es importante, pero debes ser consciente que puedes encontrarte con una caja bonita llena de monedas de oro como con una vacía.. Los pétalos debes sacarlos uno a uno para descubrir la verdadera escencia.. La escencia la sientes, como energía, pero esta se magnifica cuando es descubierta por la persona capaz de retirar los pétalos.