miércoles, 26 de agosto de 2015

Hágase la luz



Desde lo mas recóndito de la esfera gringa apareció la clave que me llevó a momentos agradables, lejanos y definitivamente idealizados. No recordaba realmente el leve aroma, un poco fétido, del loco flaconoflaco en su dormitorio donde tenía su reinado. No recordaba tampoco como exactamente este ente inició su carrera en el ciertamente lucrativo mercado de la música, el cual el día de hoy lo mantiene (vivo) y da de comer a sus hijos y nietos.

Sólamente recordaba como aquel innombrable pasaba de ser un referente a un loco con el pasar de los años y la constante ausencia de mi atención. Bastaba con regresar y tratar de entablar una conversación para darme cuenta de que mantuvo hasta ahora ese tono particular, el cual pasa de haberme sonado muy propio y esencial para su identidad a algo raro y digno de algún merodeador que abusa de ciertas sustancias.

Dícese de quien dice no hacer nada pero hace mucho, o aunque sea lo aparenta. Dícese de quien come para vivir y no vive para comer y que tuvo un cambio radical en su vida a causa de eso. A este ente le dedico el tema que me recuerda a su cara de hace tantos años, la cual aún es claramente reconocible, inclusive a gran distancia.


viernes, 21 de agosto de 2015

Encuentro fortuito

Durante una voladura surgió una conversación tripartita singular. Digo singular porque eran solo dos personas las que hablábamos y una persona simplemente escuchaba y emitía sus comentarios por telepatía, cuyos matices podían ser distinguidos claramente por sus gestos. Esta persona era muy bella, con algunos elementos correctores presentes que pasaban desapercibidos. Claramente había energía irradiada de este tercer ser tan bello y misterioso. Es así que decidí buscar la manera de que soltara una palabra. Primero intente ser una luz para llamar la atención de sus ojos y note el incremento energético que provenía de su ser. Luego busque mirarla a los ojos para saber que había detrás y pude percibir aun mas energía. El otro participante seguía hablando tranquilamente y también trata el de llamar la atención de aquella sirena. Sin embrago no podía percibir la energía tan fuertemente debido a que se encontraba mas lejos de ella que yo.

Es así que durante un momento de comida y bebida sucedió el primer contacto cuando le ofrecí parte de mi comida. Abrió los ojos como asustada y el silencio continuo por más de 3 segundos hasta que su gesto cambio y se tornó amigable y dijo :"no gracias". Cuantas maneras había de responder a tan bello gesto y que pudieran ser mejor vistas que un no gracias. En fin, seguí positivamente ofreciéndole y vendiéndola prácticamente parte de mi ración hasta que me extendió los brazos y acepto el obsequio. Luego de ello me retraje y noté que mi energía había decaído pero que la suya seguía radiante. Por ello decidí volver a intentarlo y esta vez tuve que forzar un poco la conversación: "te puedo hacer una pregunta¿" La energía se multiplico y luego no dejamos de hablar hasta que llegamos a la luna. La tercera persona paso a un segundo plano y logramos compenetrar a un punto intimo.

Gracias mi amigo tortuninja por compartir esta historia.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Nuevos tiempos

Érase una vez un descalzo con muchas ganas de tener unos nuevos zapatos. Estas ganas no nacían de un gusto sino de una necesidad. A James le encantaba caminar y correr y había desarrollado tal nivel de callosidad que esta se había desprendido, lo cual permitió que James vuelva a tener pies normales. Ahora james sufría todos los días para volver a recuperar la resistencia perdida y es así que decide ir a la ciudad y descubre que las personas usaban aquellos elementos denominados zapatos.

Luego de pasar un período de adaptación y comprender algunos códigos de conducta, esta persona llegó al norte del país, donde empezó a desarrollar algunos trabajos de rigor. Gracias a sus únicos zapatos, sus pies pudieron resistir la abrasión y otros daños generados por los trabajos que realizaba. Poco a poco empezó a recuperar la callosidad que tanto anhelaba recuperar. Se dedicó a trabajar duro y parejo en el norte del Perú y desarrolló muy buenas amistades y relaciones en general. Es así que pudo entrar a un círculo de poder en el cual le dieron la oportunidad de surgir y estudiar una profesión esotérica, cuyo fin era ser capaz de engañar a cualquier individuo y lograr sus objetivos. Terminó sus estudios en menos tiempo del indicado, no por habilidad, pero por las lecciones aprendidas y se desplazó a la capital para buscar mejores oportunidades y procurar un mayor crecimiento callístico.

Al llegar a la temida capital, se da cuenta de que estaba rodeado de una vida más sofisticada y una cultura un poco más abierta, en la cual habían nuevos géneros, que no había visto antes. James empezó a usar gel para peinarse y pantalonetas para ir al gimnasio. Empezó a llamar "mariposa" o "nena" a sus compañeros de trabajo y a pedirles que se entregaran, cantando una canción asolapada del famoso Luismi. Este peronaje no podía encubrir más sus deseos ambidiestros. Es así que luego decide irse a un país lejano, en el cual podía expresarse libremente y desatar su verdadero yo.

Sin embargo, un día que salía de ducharse, lo cuál hacía con frecuencia de 2 veces a la semana, se miró los pies y se dió cuenta que tenía dos ollucos que lo hacían ver como un primitivo en vez de como una persona delicada que era. Es así que decide ir al cirujano para reducir el tamaño de sus pies. El cirujano le indica que para eso era necesario perder los dedos pulgares que ya habían abarcado la mitad de sus empeines. Sin dubitar, James, o ahora Jeimy, decidió cortarse los dedos y enseguida programó su cirujía.

Es así que Jeimy logró recuperar pies de tamaños normales y salir al mundo a mostrarse en sandalias y dedos ortopédicos.

Dedicado a JR, quien solía tener quemaduras excesivas en los empeines debido al sol y a solicitar cremas antinflamantes cuando iba de visita.