martes, 24 de mayo de 2011

Sentado en Cafetal

"Me olvidé mi libro nuevo que empecé a leer ayer a media noche. Un buen libro que estaba buscando hace buen tiempo por recomendación de un amigo con tendencias mariconezcas pero acertado al fin y al cabo. En fin, mi idea no es hacer una apologia a la mariconada sino desarrollar una idea fundmamental muy interesante: "Mientras mas pienses en algo, menos sucede". Tal vez sea una frase cliché o alguna de aquellas frases acumuladas entre muchas otras que son usadas de vez en cuando para no pensar en las posibles explicaciones a un hecho. En todo caso, es una frase que la vida misma debe poner en cuestionamiento.

Particularmente, yo viví experiencias que pueden demostrar que esa teoría se cumple en casi todos los casos. Allá por los albores del siglo XIII, ansiaba mucho que mi imperio se extendiera hasta llegar a ser la principal potencia mundial, ademas de tener una familia feliz y una mujer envidiable. Una como minimo, porque en aquellas epocas mientras mas mujeres poseías, más respetado eras ante los demás. Esas eran aspiraciones generales, sin embargo ellas involucraban deseos o metas más pequeñas y a más corto plazo.

Me pasé la vida luchando para cumplir mis objetivos y planes pero no viví para verlos hechos realidad. Morí rápido porque viví apurado. Nadie se explico el porque de mis fracasos si es que era un hombre tan emprendedor y de aspiraciones grandes. Sin embargo, ahora desde las nubes podría decir que mi vida fue un sueño y que sería mejor olvidarla y volver a intentar la misión desde otra perspectiva, lograr la felicidad probando otra formula de vida. Tal vez aquella que postulaba el servicio comunitario o aquella que consagraba mi vida hacia solo una vocacion, o a tratar de encontrar el amor en su etapa mas pura. En fin, podria listar una serie de formulas con las que podria vivir en base a una metodologia de prueba y error, para la cual necesitaría más vidas que las de un gato. Esa era mi ultima teoría acerca de mi existencia y de cómo llegar a el elixir máximo.

Desperté aquella mañana con mucho sueño, pero sabía que era momento de empezar a trabajar. Prueba y error era un metodo tentativo pero muy primitivo. Además, no tenía idea de por dónde empezar. Con cuales de mis objetivos, con que premisa, con que actitud. Por lo tanto, decidí olvidar el pasaje y simplemente recordarlo como un sueño sin sentido..."

Yoni

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